lunes, 11 de septiembre de 2017

Los 3 elementos de los oradores seductores


Cuando uno observa a Tony Robbins, Simon Sinek o Jessica Cox mover al auditorio con su sola presencia, la pregunta que llega a la mente es cómo lo logran.

 Muchos dirán que ese magnetismo es algo que no todos pueden alcanzar, pero la verdad va más allá. Ellos tienen 3 elementos que los hacen seductores. Tres elementos que los ayudan a nunca pasar desapercibidos y con los cuales logran imprimir fuerza y vitalidad al público que los escucha.

Esos elementos son: visión, actitud y conocimiento. En el caso de la visión es la que los mueve a estar en acción constante, a caminar hacia sus objetivos, permitiéndoles vivir con entusiasmo y compromiso que vuelven contagioso para los demás. Gracias a la visión tienen una fuente inagotable de inspiración y fuerzas para los momentos difíciles.

El otro elemento es la actitud, que es la manera que tienen de afrontar la vida. Ellos son seductores porque muestran la forma de ser resilientes. No es algo que se compra. Es conquistada, a través de una decisión propia. La actitud se trabaja de una forma consciente y eso lo valora el público que les escucha, por lo tanto, se siente atraídos por esa alegría y seguridad que transmiten.

Como último elemento de los oradores seductores tenemos el conocimiento. Es el conjunto de experiencias que les han permitido forjar la personalidad. En cada uno de los oradores que nos llegan a seducir hay una cantidad ilimitada de información y vivencias, que son almacenadas y que son correctamente utilizadas. Allí es donde son diferentes. Saben qué hacer con lo aprendido y con lo vivido.

Es por ello, que el transitar de nosotros en el mundo de la oratoria debe ser un transitar con visión, actitud y conocimiento para lograr ese deseo ferviente en el auditorio de escucharnos.

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