Una gran mayoría de nosotros al momento de estudiar nos enfocamos en adquirir la mayor cantidad de conocimiento posible, nos esforzamos por cumplir las asignaciones o actividades correspondientes al curso o carrera, pero luego de obtenida la ponderación correspondiente el esfuerzo e interés comienzan a disminuir.
Para quienes nos gusta hablar en público, o debemos hacerlo por responsabilidad, esto debe ser una alerta, porque el camino a recorrer, o la clave, para ser un orador exitoso pasa por el tiempo que dediquemos a practicar las técnicas que podamos ir aprendiendo e incorporando a nuestras presentaciones, porque no sólo debemos prepararnos sobre lo que vamos a hablar, sino también sobre las formas (técnicas) para llegar de manera positiva al público, porque el hablar en público es un arte que requiere práctica y mantenerse actualizado en las técnicas y estrategias
Adicionalmente, debemos resaltar que otro beneficio que obtenemos de la práctica constante tiene que ver con el desarrollo de habilidades y actitudes, como lo dijo Eurípides “no es lo que el orador dice, sino quien es lo que le da peso a la elocuencia”, y eso lo logramos con asertividad y congruencia.
En definitiva, la clave para ser un orador exitoso pasa por el aumento de nuestro tiempo de práctica, porque la práctica es un maestro excepcional.
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