La
vida de todo hombre está llena de momentos, en boca de Borges, o de circunstancias,
si escucháramos a Gasset, pero más allá de ambos conceptos, lo que nadie puede
negar es que la vida de todo hombre es una triada de: aprender, desaprender y
reaprender.
En la
oratoria, esa triada afecta de manera continua, porque en muchas ocasiones nos
domina el hábito de hacer las cosas siempre de la misma manera, con lo cual
seguimos enfocando nuestra capacitación para hablar en público en un área específica,
llegando a descuidar otras.
Piensa
por un momento lo rutinario que puede llegar a ser que en cada presentación
utilicemos siempre la misma técnica de inicio, que nuestro cierre sea tan
predecible que a nadie impacte o sorprenda porque es la única técnica que dominamos,
que siempre compartamos las mismas ideas y de las mismas formas.
Como
afirma Rualdo Anzueto aprender a
desaprender es dejar de hacer lo mismo de la misma manera. Es decir, encontrar o descubrir que sí
existen otros caminos que permiten llegar al mismo lugar, dejando las
limitaciones que comúnmente tenemos, por otras que no hemos experimentado.
Es por
ello, que el aprender a desaprender es una decisión constante de todo ser
humano, pero más aún de aquel que se precie de ser un orador.
Alvin
Toffler afirmó los analfabetos del siglo
XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino aquellos que no puedan
aprender, desaprender y reaprender.
Esto obedece
al hecho que desaprender implica un cambio de mentalidad y la asimilación de
nuevos hábitos de vida, así podemos llegar a tener una amplitud de perspectivas, pudiendo dar aportes críticos que sumen en la evolución del artista que estamos construyendo.
Es cierto, que desde
el mismo instante de nuestro nacimiento dominamos ciertos patrones: respirar, movernos,
comer, pero para hablar en público no
es así, los hábitos que necesitamos, en su gran mayoría, merecen nuestra
atención para llegar a dominarlos, con ello la vida se vuelve un espacio de constante
aprendizaje, voluntaria o involuntariamente, porque el ambiente y el entorno nos motiva a adoptar nuevas ideas, nuevas
actitudes, nuevas habilidades que posteriormente se convierten en formas de
pensar.
Ya sabes, el reto es aprender a desaprender para llegar a reaprender y con ello crecerás en muchas áreas de tu vida personal y profesional, dedica tiempo, el mundo te agradecerá que le regales una mejor versión de ti mismo.
Ya sabes, el reto es aprender a desaprender para llegar a reaprender y con ello crecerás en muchas áreas de tu vida personal y profesional, dedica tiempo, el mundo te agradecerá que le regales una mejor versión de ti mismo.