domingo, 21 de enero de 2018

Desplazarnos: el arma poderosa de toda presentación

Toda presentación ante un auditorio requiere de la atención consciente de varios elementos por parte del orador, para poder comunicar, conectar y transmitir.

De las armas con las que se cuenta para el logro de esos objetivos, el desplazamiento es de las más poderosas.

Partamos del principio que afirma: “todo objeto en movimiento atrae la atención”. Este principio nos ayuda debido que el orador necesita que el público mantenga su atención en él, debiendo aprovecharse del desplazamiento para lograrlo.

Aunque debemos advertir que al desplazarnos debemos hacerlo  con seguridad, transmitiendo naturalidad, para ello es importante que previo a nuestra presentación practiquemos cómo vamos a hacerlo, organizando lugares de ubicación y movimientos, ya sean de interacción, enfoque o transición, porque de no preparar nuestro desplazamiento podemos caer en dos extremos: exceso o ausencia del mismo.

Hay autores que afirman que “tan malo es el presentador que constantemente se mueve de un lado para el otro (el patrullador) como el que toma una posición en la tarima y no se mueve en toda la exposición (la estatua)”. De allí la necesidad de aprender y descubrir como desplazarnos en el escenario, parte importante de lo que llamamos “acción oratoria”.

Ahora bien, para lograr que nuestro desplazamiento sea cada vez más poderoso, podemos partir del dividir el escenario, físico o mental, en 9 partes: alto o arriba, centro y bajo, estas 3 divisiones las subdividiremos en: izquierda, centro y derecha.

Si en nuestro discurso necesitamos transmitir ideas conflictivas, problemas o adversidades nuestro desplazamiento debería ser en la izquierda, ya sea bajo o centro, porque según investigaciones de las neurociencias “esa es la parte donde psicológicamente se procesan los problemas”, para transmitir resúmenes, finales o conclusiones podemos recurrir al lado derecho del escenario.

Recuerda que son recomendaciones, no son leyes, partiendo de la idea que son áreas de estimulación del pensamiento y sabiendo que nuestros desplazamientos generan un choque directo e inconsciente sobre el público, el cual puede o no reaccionar.

En conclusión, mantenerse en un solo punto genera un solo punto de vista, haciendo que la acción persuasiva sea mucho más difícil de lograr, por lo cual debemos entrenar nuestros desplazamientos y lograremos que esta poderosa arma juega a favor de nuestro discurso.