Para quienes hablamos en público Steve
Jobs no es solo un referente creativo del mundo tecnológico, la forma de dar
sus conferencias, donde lo sencillo, lo dinámico y lo inesperado se conjugaban,
es considerada toda una escuela.
Nos
dice la sabiduría popular que para aprender siempre es bueno hacerlo de los
mejores, por ello vamos a repasar los puntos fundamentales que este genio de la
Oratoria Moderna aplicaba en sus presentaciones y así poder nosotros dar conferencias
de calidad.
1ro. Tener
estructura en el desarrollo. Steve Jobs en
cada una de sus presentaciones seguía un patrón: problema - solución, con ello lograba cautivar y mover a los presentes, porque
el problema era general, afectaba a todos y él tenía la llave de la solución. Ahora
bien, en toda presentación
lo recomendable es que tengamos un inicio, un desarrollo y un cierre, pero
muchas veces en el desarrollo los nervios nos bloquean y hacen que perdamos el
hilo de nuestras ideas por falta de una estructura definida, sin embargo, con
el modelo de Steve Jobs lograremos impactar en nuestras conferencias.
2do. Regla del 3x10.
Para muchos sabios de la Grecia Antigua el número 3
era el número de la perfección, debido que es el único que tiene inicio, medio
y fin, eso le fue dando un valor superior que tiene connotación casi mágica. De
igual manera, debemos de considerar que
hoy, gracias a investigaciones científicas, sabemos que el tiempo máximo de
atención en una clase o actividad pedagógica no supera los 10 minutos. Estos
datos, seguramente, los conocía el fundador de Apple quien aplicaba la regla
del 3x10, es decir, tenía 3 ideas que desarrollaba durante unos 10 minutos con
ello lograba que la memoria a corto plazo jugara a su favor evitando así el
cansancio y aburrimiento de los asistentes, permitiendo que se recordara más
fácilmente su mensaje.
3ro. Usar
palabras de poder. Cuando uno revisa
los vídeos de las participaciones de Steve Jobs se encuentra con frases que mueven
a la acción, donde destacan palabras como: nuevo, poderoso,
fuerte, beneficio, éxito, fuerza, ya, ahora, regalo. Hoy sabemos que el
marketing considera a muchas de estas palabras como palabras de poder, es decir, palabras que tienen una gran carga emocional y que bien utilizadas dentro del discurso producen un poderoso efecto
persuasivo. El punto es saber utilizarlas, para ello podemos usar los tres
lenguajes de orador como muy bien lo hacía Steve Jobs y así generaremos un gran
recuerdo positivo en nuestra audiencia.
4to. Utilizar apoyo visual. En una diapositiva de Steve Jobs las palabras casi no
existen. Él, en una gran medida, usaba simplemente fotografías, eso tiene una lógica explicación.
Jobs sabía que los seres humanos tenemos una tendencia
innata de confundir una imagen con la realidad, con lo cual se incrementa
porcentualmente el poder persuasivo de un mensaje, al tiempo que son
primordiales para lograr un anclaje en la memoria a largo plazo. Significa
entonces, que es fundamental al momento de organizar nuestro recurso de apoyo
audiovisual seleccionar aquellas imágenes que complementen correctamente la
idea que vamos a transmitir, teniendo como objetivo que no nos sustituya, sino
que nos complemente.
5to. Demostrar.
Todo público
tiene: una carga emocional y otra racional que le domina. La clave de un buen
orador es lograr el equilibrio en su presentación, pero para lograrlo a nivel
racional debemos ampararnos en las demostraciones, el cual le da un aire de
veracidad científica a las afirmaciones que podamos presentar, porque no será
un conocimiento subjetivo, sino que estará fundamentado en la certeza. Esto lo
hacía Steve Jobs. Las demostraciones desempeñaban un papel muy valioso en sus
conferencias. Si revisamos la conferencia de apertura de la Conferencia Mundial
de Desarrolladores de Apple (WWDC) notaremos que con objeto en mano demostraba
varias características del producto que presentaba. Nos toca a nosotros
estudiar nuestro discurso y descubrir cómo aplicar este consejo.
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