domingo, 4 de febrero de 2018

El factor clave para aprender a contar historias

Uno de los elementos determinantes para establecer conexión emocional con la audiencia, indicador además del crecimiento como oradores, es nuestra capacidad de saber contar historias de manera encantadora y atrayente.

El maestro Ricky Funes afirma que “si hay algo que distingue a los grandes oradores es la manera de contar las historias”, porque una historia bien narrada impacta el corazón y el pensamiento del público, finalidad máxima de todas nuestras intervenciones.

Ahora bien, pueden surgir las interrogantes: cómo hacerlo, en qué me puedo amparar para lograrlo. El factor clave para contar historias está en aprender a describir en modo diálogo.

Sí. Describir en modo diálogo implica la necesidad de dominar ciertas figuras retóricas siendo la hipotiposis la base, la cual debemos apoyar con la prosopopeya, el retrato, la personificación, la animalización, la reificación, la animación o la sinestesia, además de técnicas de construcción de historias, entre las cuales podemos estudiar la denominada “historia del personaje”, otra muy famosa es la propuesta por Daniel Pink en el libro "To Sell is Human", o la que te recomiendo en un artículo anterior cuya fórmula es: fábula + Argumentos + Cierre.

"Pondré al descubierto todos los hechos de tal manera que os parecerá verlos con vuestros propios ojos", es una frase de Cicerón que hace referencia a la importancia de describir de forma viva, para convertir en imágenes las palabras de manera que el auditorio sea participe de lo relatado.

Sin embargo, más allá de la técnica que uses para construir la historia, la clave está en poner diálogos dentro de las etapas de la historia, los cuales deben describir y hacer sentir al público.

Vamos con un ejemplo, imagina que estas en una conferencia y en el discurso narras un hecho, supongamos que dices “cuando iba a visitar una amiga de la cual me sentía muy interesado, siempre me acompañaba José, con quien podía conversar y drenar la ansiedad que me generaba ir a la casa de María”, ahora, si lo contamos en modo diálogo, sería algo así “tenía una amiga la cual me interesaba mucho, pero por nerviosismo siempre me acompañaba José, muchos momentos de diálogo tuvimos, pero recuerdo muy particularmente la vez que me preguntó por qué tanto interés en María, qué tiene ella que merezca ese temblor de tus manos o la sudadera que no se te quita. Mirándolo fijamente a los ojos y respondiendo con mi corazón acelerado le dije: tiene una belleza interna que me cautiva, su mirada sacia el fuego de mi ser. En ella descubro que no existen mitades para unirse, sino enteros para sumarse”.

Como puedes notar la segunda tiene mayor carga emocional y ese punto es la clave para conectar con el auditorio, por lo tanto debes enfocarte en practicarlo de manera que todos los presentes sientan natural y verdadera la historia, no dejes llegar al escenario para construirla, porque habrás perdido una gran ocasión para impactar en el público.