domingo, 15 de octubre de 2017

No aburras en tus presentaciones.

Cuando se habla en público es necesario tomar conciencia de nuestros gestos, ademanes e inflexiones, para lograr que nuestra audiencia se sienta a gusto. Muchas veces necesitamos agregar pequeños cambios en nuestra forma de comunicar, con el objetivo definido de lograr mayor impacto e inmediatos resultados.

Se viven momentos de transformación en nuestras presentaciones. Hoy se acuñó el término  muerte por powerpoint, para hacer referencia ese fenómeno de cansancio que le causamos al público.

Debemos ser sinceros: aburrir a la audiencia es lo fácil. No aburrir es el gran reto. Pero surgen las preguntas ¿cómo lograrlo? ¿qué debemos hacer para marcar la diferencia?
Te comparto algunas recomendaciones, que debes tomar en consideración si deseas comunicar con productividad.

Créete el experto. En las jornadas de formación que imparto, es el primer consejo que doy, aclarando que no estoy pidiendo que des una imagen falsa sobre ti. El consejo tiene que ver con la afirmación que hago en un artículo anterior, se trata de tener confianza en nuestras capacidades y limitaciones, lo que nos permite reconocer nuestra singularidad.

Céntrate en las personas. Habla en función de las personas y sus necesidades, no del tema. Para ello es importante la lectura constante de los gestos y expresiones del público. Cuando nos centramos en las personas podemos lograr empatizar, de lo contrario podremos lograr que el público diga “sabe del tema, pero no entendí nada”.

Habla sobre la utilidad. Este consejo va ligado al anterior, porque se trata de que incluyas la utilidad de tu mensaje en la presentación. Es fácil dar conceptos y definiciones tecnocientíficas, pero eso se consigue en la web. Debemos hacerles ver a las personas cual es la utilidad de lo que estamos contando, para ello puedes identificar una historia de algún famoso o citar datos estadísticos que aporten valor humano y permitan posicionar el tema.

Sonríe. Este último punto podría ser el primero. Afirma Brenda Ferreira que “la sonrisa es uno de los rasgos que hace diferentes a las personas” porque somos el único animal que muestra los dientes y no es para pelear. Sonreír durante la presentación nos hace ver más cercanos al público, con ello logramos vencer barreras de prejuicios y estados emocionales, porque “cuando le sonríes al mundo, el mundo te da una sonrisa de vuelta”.

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