En muchos textos de oratoria se señalan los elementos, las características y las condiciones que son consideradas necesarias para aprender este hermoso arte.
Esas condiciones son las que hacen que un orador avance para ser ordinario o extraordinarios, acá te comparto las 5 fundamentales para aprender oratoria.
1º. Estar dispuesto a conocerse. Quienes nos dedicamos a hablar en público debemos trabajar
el ser, esa realidad que nos permite el equilibrio emocional y psicológico para
poder mostrar solidez y seguridad al compartir ideas. Cicerón afirma que
el orador debe ser y parecer libre, libertad tanto de pensamientos,
sentimientos y emociones, meta que podemos alcanzar conociéndonos a nosotros
mismos, como dice Jorge Bucay “sólo
sabiendo quiénes somos podremos empezar a ser mejores para nosotros mismos y
para los demás”.
2º. Ser perseverante para aprender. Si partimos de la máxima que dice "el orador no nace, se
hace", podemos identificar un eje fundamental de un buen orador: la
perseverancia. Muchos al iniciar el
largo recorrido de la oratoria desistimos al no ver avances a corto plazo, nos
desilusionamos y no seguimos en la ruta del aprendizaje, es por ello que
debemos entender que al ser la perseverancia un valor, nos permitirá afrontar
aquello que no sea fácil ni cómodo de alcanzar y obtener.
3º. Hablar siempre con responsabilidad. En un artículo titulado hablar en público es una bendición de Dios,
hago referencia al hecho de que hablar en público implica trasmitir vida y expresar buenos deseos a otras
personas, eso se afirma para resaltar que tenemos la gran responsabilidad de
liderar a otros, conmoviendo, persuadiendo y educando para el bien común,
porque un orador es un artista que sabe del impacto que producen las
palabras y expresa ideas con responsabilidad a sabiendas que cada frase dicha
no retornará sin haber producido algún efecto. Ahora bien, al hablar en público debemos asumir las consecuencias que tengan las
palabras que pronunciemos y las ideas que expongamos, respondiendo de las
mismas ante quien corresponda en cada momento.
4º. Valoración positiva de nosotros mismos. Boris Maldonado Tapia afirma que el orador debe tener
siempre un alto concepto de sí mismo, estar convencido que puede encantar a un
público (que es su mejor aliado), que tiene la seguridad de sí mismo y que con
sus palabras puede impactar en cada persona a quien llegue. Lo antes
referido, ilustra el hecho que poseer una valoración positiva de nosotros
mismos nos permite abordar la oratoria con dignidad, siendo responsables,
aceptando nuestros debilidades como artistas para crecer y servir alegremente.
5º. Practicar con disciplina. En este
aspecto voy a retomar algunas ideas de una publicación anterior, la clave para ser un orador exitoso,
iniciando con la frase "dime cuánto prácticas y te diré cuán buen orador
eres" del profesor Yael Jiménez Alvarado, la cual nos indica que para ser un buen orador debemos dedicar tiempo a practicar, no remitiéndonos solamente
a los contenidos, es incluir en ello las técnicas para saber transmitir
ideas y poder deleitar al público que nos pueda escuchar.
Recuerda, el
más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que
profesa